Partindo del texto de Remei (aprender a lo largo …) y de las lecturas que nos plantea el master hasta ahora me resulta casi imposible no pensar en las experiencias que viví al largo de la carrera academica. Me resulta casi imposible no reflexionar sobre mi inserción en el mundo de la educación y del trabajo que, como dice Remei, “son, también mundos de la realidad humana”.
Cuando leo y, además de asimilar, siento las palabras de Remei, percibo como compreendí mal el grupo de mujeres que he estudiado al largo de seis meses para hacer mi investigación de final de curso. Percibo como me equivoqué cuando reducí los intentos incansables de “partir de sí” de las mujeres que aman demasiado à individualismo y al que nombré como “centramento do eu”. Percibo como no he podido conectarme de verdad con estas mujeres, pues no estava disponible a esto. Porque estava muy preocupada en hacer mi investigación a partir de una mirada neutra y científica y no tenía tiempo, y tampoco interese, en reflexionar sobre mi posición como mujer investigadora que investiga otras mujeres. Mujeres que creen que aman demasiado.
A partir de lo que nos plantea Remei sobre “aprender a lo largo de la vida”, sobre el sentido verdadero de “competencias” y sobre el “estar ahí” que nos enseña Ina Praetorius, empezan a brotar muchas preguntas en mi: Es posible amar demasiado? Quales son las implicaciones al nivel social, cultural y político, al coincidir amor demasiado con dependencia amorosa? Es posible haber libertad en la dependencia amorosa? Hay una medida exata para el amor o esta sería más una de las trampas del patriarcado al intentar medir, planear, controlar, flexibilizar y instrumentalizar hasta el sentimiento más puro y pleno que tenemos. El sentimiento originalmente femenino. El amor de la madre. El sentimiento que, como nos enseña Remei, “sostiente todo”. El sentimiento en que nosotras, mujeres, somos tan competentes y listas.
No tengo respuestas a estas preguntas, pero a medida que me entran las palabras de mujeres como Remei Arnaus, Ana Maria Piussi, Ana Mañeru, Nuria Pérez y Graciela Hernandés, algo cambia en mi. Empezo a enlazar y conferir nuevos sentidos a palabras como amor, razón, saber, cuerpo, deseo, salud, femenino. Empezo a partir de mí y siento como si un peso muy grande y doloroso saliera de dentro de mí. Porque me estoy descubrindo. Porque, en cambio de la máxima filosófica de Sócrates, que ha guiado todo el pensamiento ocidental, sé que sé, es decir, en las palavras de Remei “Cuanto más libre de verdad se siente una mujer y con más sentido de si, más sabidura entraña su saber relacional porque sabe que sabe."
Cuando leo y, además de asimilar, siento las palabras de Remei, percibo como compreendí mal el grupo de mujeres que he estudiado al largo de seis meses para hacer mi investigación de final de curso. Percibo como me equivoqué cuando reducí los intentos incansables de “partir de sí” de las mujeres que aman demasiado à individualismo y al que nombré como “centramento do eu”. Percibo como no he podido conectarme de verdad con estas mujeres, pues no estava disponible a esto. Porque estava muy preocupada en hacer mi investigación a partir de una mirada neutra y científica y no tenía tiempo, y tampoco interese, en reflexionar sobre mi posición como mujer investigadora que investiga otras mujeres. Mujeres que creen que aman demasiado.
A partir de lo que nos plantea Remei sobre “aprender a lo largo de la vida”, sobre el sentido verdadero de “competencias” y sobre el “estar ahí” que nos enseña Ina Praetorius, empezan a brotar muchas preguntas en mi: Es posible amar demasiado? Quales son las implicaciones al nivel social, cultural y político, al coincidir amor demasiado con dependencia amorosa? Es posible haber libertad en la dependencia amorosa? Hay una medida exata para el amor o esta sería más una de las trampas del patriarcado al intentar medir, planear, controlar, flexibilizar y instrumentalizar hasta el sentimiento más puro y pleno que tenemos. El sentimiento originalmente femenino. El amor de la madre. El sentimiento que, como nos enseña Remei, “sostiente todo”. El sentimiento en que nosotras, mujeres, somos tan competentes y listas.
No tengo respuestas a estas preguntas, pero a medida que me entran las palabras de mujeres como Remei Arnaus, Ana Maria Piussi, Ana Mañeru, Nuria Pérez y Graciela Hernandés, algo cambia en mi. Empezo a enlazar y conferir nuevos sentidos a palabras como amor, razón, saber, cuerpo, deseo, salud, femenino. Empezo a partir de mí y siento como si un peso muy grande y doloroso saliera de dentro de mí. Porque me estoy descubrindo. Porque, en cambio de la máxima filosófica de Sócrates, que ha guiado todo el pensamiento ocidental, sé que sé, es decir, en las palavras de Remei “Cuanto más libre de verdad se siente una mujer y con más sentido de si, más sabidura entraña su saber relacional porque sabe que sabe."
Um comentário:
Grande Ju!
Muito legal teu texto e tua humildade em reconhecer um erro da expectativa inicial. Poucos que escrevem possuem esta qualidade.
Arrebenta! Por aí e quando voltar!
Beijo do Fred, colega de uma cadeira, mas sortudo por te conhecer.
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