La poética de tu lengua conduce a los más cubiertos deseos de mi puerto. El sentido cambiante de tu retrato rehace las líneas de plata y púrpura que llevo en mí. El esperado sueño de la noche es el sueño del día. Es el preludio del asfalto. Es la luz de tu boca en mi rima. Es el día en que te posas en mí.
A veces te echo en falta. Otras veces, relleno tu silencio. Otras veces, todavía, camino hacia ti. Y el encuentro es siempre más intenso que la búsqueda. Y la búsqueda no siempre es leve. Y el encuentro no siempre lo es todo. Y el vacío es siempre doble. Y el querer-siempre-estar-y-nunca-más-partir es siempre nuestro.
A veces te echo en falta. Otras veces, relleno tu silencio. Otras veces, todavía, camino hacia ti. Y el encuentro es siempre más intenso que la búsqueda. Y la búsqueda no siempre es leve. Y el encuentro no siempre lo es todo. Y el vacío es siempre doble. Y el querer-siempre-estar-y-nunca-más-partir es siempre nuestro.
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